Marzo fue el décimo mes consecutivo más cálido a nivel mundial desde que existen registros, informó hoy el Servicio de Cambio Climático (C3S) de Copernicus, el componente de vigilancia del clima del programa espacial europeo.
La temperatura media mundial de los últimos doce meses (abril de 2023 a marzo de 2024) es la más alta desde que hay registros, al situarse 0,70 ºC por encima de la media de 1991-2020 y 1,58 ºC por encima de la media preindustrial de 1850-1900.
Marzo fue 1,68 ºC más cálido que la media estimada para marzo de 1850-1900, según el boletín mensual de la institución con sede en Bonn (Alemania) publicado este martes.
El aumento de las temperaturas oceánicas ha sido igualmente alarmante, con un récord de 21.07°C en la superficie marina global. Este calentamiento tiene implicaciones significativas para los ecosistemas marinos, afectando la biodiversidad y las cadenas alimentarias. Los científicos advierten que la absorción de calor por los océanos no solo modifica las corrientes marinas, sino que también contribuye a la acidificación del agua, poniendo en riesgo a innumerables especies marinas.
El mes pasado fue el marzo más cálido a escala mundial desde que hay registros, con una temperatura media del aire en superficie de 14,14 ºC, 0,73 ºC por encima de la media de 1991-2020 para ese mes y 0,10 ºC por encima de la temperatura de marzo de 2016, que hasta la fecha ostentaba el récord de temperatura del tercer mes del año.
Las implicaciones de este fenómeno son vastas, impactando no solo las temperaturas globales, sino también aumentando la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos. Las olas de calor, las tormentas intensas y las inundaciones se han vuelto más comunes y severas, afectando a comunidades en todo el mundo.
Además, el aumento de las temperaturas oceánicas contribuye a la desestabilización de los ecosistemas marinos, lo que a su vez tiene un impacto en la biodiversidad y en las economías que dependen de estas aguas.
El debate sobre cómo abordar esta rápida escalada del calentamiento global está en pleno desarrollo. Las medidas actuales parecen insuficientes ante la magnitud del desafío, lo que requiere un replanteamiento urgente de las estrategias de mitigación y adaptación. Los científicos instan a una acción global coordinada para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, fomentar prácticas sostenibles y desarrollar tecnologías que puedan contrarrestar los efectos adversos del cambio climático.