“Durante más de medio siglo, las ‘Big Oil’ (como se conoce a las grandes petroleras) engañaron al público estadounidense sobre su papel en la crisis climática, haciendo todo lo que estaba a su alcance para que Estados Unidos y el mundo entero siguieran dependientes de sus productos contaminantes”, denuncia el informe de una comisión investigadora de parlamentarios demócratas de la Cámara de Representantes, publicado el martes.
Los documentos revelados muestran que Exxon estaba consciente de los riesgos climáticos desde 1977, mucho antes de que el cambio climático se convirtiera en un tema de discusión pública prominente.
El senador Bernie Sanders, en una audiencia del comité de presupuesto, destacó la responsabilidad de la industria en la crisis climática actual, sugiriendo que deberían ser ellos, y no los gobiernos, quienes asuman los costos derivados de los daños ambientales. “No debería ser el gobierno estatal o federal quien pague la factura”, señaló Sanders, enfatizando que deberían ser las propias empresas petroleras quienes “se hagan cargo del problema que causaron”.
Las “Big Oil” son los seis gigantes petroleros y organismos del sector investigados desde setiembre de 2021 por los congresistas: ExxonMobil, Chevron, BP America, Shell, el American Petroleum Institute (API, que representa al sector petrolero) y la Cámara de Comercio.
“Los seis (…) obstruyeron y retrasaron” esta investigación, señala el informe de 65 páginas titulado “Negación, desinformación y doble discurso: evolución de los esfuerzos de las ‘Big Oil’ para esquivar la responsabilidad del cambio climático”.
Luego de negar el cambio climático, el sector petrolero tuvo que volverse hacia la ciencia “que era demasiado contundente para continuar negando” el fenómeno, expresan los legisladores.
Entonces “elaboraron una campaña de engaños y doble discurso, respaldada por un ejército de organizaciones profesionales, afirmando públicamente que respaldan las acciones a favor del clima pero efectuando movimientos tras bastidores para evitarlas”.
Las petroleras indicaron que el gas natural era “seguro” para el clima y podría servir de “energía de transición hacia un futuro sin energías fósiles”, añade el informe.
“Es tiempo de colocar a las petroleras ante sus responsabilidades por su campaña de engaños y tomar acciones para remediar los daños que causaron”, concluye.